Nace la escritura de la música
Hay un momento en la historia en que un ser humano necesito con mucha fuerza comenzar a plasmar la musica, su sentir respecto a algo, para transmitirlo y que se quedara, ese ser humano fue un monje, en el siglo XI, plena edad media la historia cuenta asi: El monje Guido de Arezzo, buscó una manera sencilla de recordar las notas musicales, de tal forma que pudiesen escribirse y plasmarse clara y explícitamente, ya que de las mismas solo se tenía un conocimiento sonoro y simbólico, mas no representativo textualmente. En aquel entonces, eran muy populares los poemas y canticos alusivos a las deidades, personajes y representaciones religiosas, sobretodo cristianas, por tanto, surgió un himno a Sanjuan bautistas que rezaba lo siguiente: “Ut queant laxis. Resonare fibris. Mira gestorum. Famuli tuorum. Solve polluti. Labii reatum. Sancte joannes” Traducido: “Para que puedan exaltar a pleno pulmón las maravillas estos siervos tuyos, perdona la falta de nuestros labios impuros San Juan
